¿Cómo es la relación entre el estrés y las emociones?

Si tuviera que explicarte con mis palabras la relación entre el estrés y las emociones te diría que el estrés es una sensación bastante jodida entre la angustia y el agobio que desencadena un conjunto de emociones muchas veces desagradables.

En este ratito te voy a contar:

  • Una historia que me ocurrió en un momento de máximo estrés
  • Que es el estrés y cómo influye en nuestras emociones
  • Un secreto que aplico para poder mantener el estrés a raya

El día que una emoción me hizo perder los papeles

Yo soy un frikazo y una de las cosas que más me gusta es jugar a juegos de estrategia, ya sean de mesa o de cualquier otro tipo.

Un día estaba jugando a uno de estos juegos. Un juego en el que yo me enfrentaba al rival para intentar quitarle 20 vidas antes de que él lo hiciera.

Imagina la situación, yo, que había ganado bastantes partidas en este torneo, me enfrentaba a un rival de otra ciudad, mucho mejor que yo.

No se como conseguí colarme en las eliminatorias y ahora estaba ahí, frente a mi oponente y con posibilidades de clasificarme a la final… Vamos, algo que ni de coña me hubiera imaginado.

Y ahora, a esto, sumale que unas ocho o diez personas nos miraban. Analizaban cada movimiento que hacíamos. Murmuraban. Y yo sabía que estaba expuesto. 

Mucha presión porque me jugaba algo que no pensé que podría conseguir. 

Muy probablemente una oportunidad que tardaría muchísimo tiempo en volver a darse.

Ahora sigo con la historia pero antes una pregunta.

¿Alguna vez has sentido esa presión en el pecho? ¿La falta de aire? Si no es así, enhorabuena, te has librado de un buen mal rato.

Hoy en día, lo normal es que conozcas gente que haya tenido estrés o que tú mismo lo hayas padecido.

Lo bueno es que se puede gestionar y mucha de esta gestión se relaciona con los estados emocionales que sientes, así como de lo consciente que eres de ellos.

Pero entonces…

¿Qué es el estrés y cómo influye en nuestras emociones?

Desde una perspectiva psicológica, el estrés puede entenderse como la respuesta del organismo a demandas percibidas, ya sean físicas o emocionales, que superan nuestras capacidades para hacerles frente. Esta reacción desencadena una cascada de procesos fisiológicos y psicológicos que, en última instancia, pueden afectar nuestro equilibrio emocional.

Dicho en cristiano. Cuando tienes estrés, en tu cuerpo se generan unas reacciones químicas que generan emociones intensas y agitadas.

Así de sencillo. Primero el estrés, luego las emociones.

Un secreto que aplico para que el estrés y mis emociones se mantengan a raya

Aunque podría decirte mil motivos por los cuales es bueno tener algo de estrés, no siempre es bueno.

Yo, un día decidí que el estrés no podía seguir jodiendome la vida. Estaba cansado de terminar agotado, de estar en tensión, de perderme el disfrute en los momentos de estrés, de tener contracturas, mal humor, ansiedad y mil mierdas más.

Sabes qué pasa cuando continuamente te ves en esta situación. A parte de que tu salud se resiente, acabas hasta los cojones. Y cuando ya no puedes más… solo entonces, descubres el secreto que te permite mandar a tomar por culo al estrés.

Relativizar…

No hay más secreto.

De esta forma la relación entre estrés y emociones se hace más débil. Quiero decir, que tus emociones son menos estresantes jajajaja, que a veces no me sé explicar bien.

No digo que sea fácil, digo que no hay más secreto.

Cuando relativizas, automáticamente cambias tu estado emocional que es la consecuencia de tu estrés. Llevas a cabo el camino inverso, vas de la emoción al antiestres, relativizando.

Es tan sencillo y tan difícil como hacer click… cómo relativizar.

Pero ya te digo, es algo que solo pasa cuando no puedes más, cuando estás expuesto a mucho estrés muchos días de tu vida.

Ahora bien, esto no quiere decir que tengas que esperar a tocar fondo. Dedicar esfuerzo a gestionar las emociones que te nacen en momentos de estrés está en tu mano, puede que no sea fácil, pero siempre estará en tu mano.

Termino lo que empecé

Las emociones me hicieron perder la partida

Pues así fue, perdí la partida.

Y de la manera más tonta porque iba ganando.

Obviamente no tenía controlada la partida pero tenía muchas posibilidades de ganar, de hecho en varios momentos pude hacerlo pero no me di cuenta, estaba estresado.

Y sabes lo que hice para quitarme toda esa presión.

Concedí la victoria a mi rival. Ganó no porque me quitara las 20 vidas, si no porque le dije que ganaba el. Eso es conceder en este juego.

Recogí mis cartas y me marché. 

Si hubiera sabido gestionar mis emociones y mi estrés hubiera ganado seguro.

Ahora ya no le doy importancia al resultado cuando juego, ya sea en el bar con colegas o en un torneo a nivel nacional.

Mi prioridad es divertirme y aprender más sobre el juego y sus estrategias y si un día parece que puedo hacer un buen resultado intento no darle importancia.

Relativizando consigo gestionar mi estado emocional y me permite ver con más claridad la situación.

Y esto lo aplico a todo. Solo hay que entrenarlo y si no te sale, pues tendrás una nueva oportunidad la próxima vez 🙂.

Espero que la relación entre el estrés y las emociones te haya quedado un poquito más clara.

Si quieres, te dejo con otro artículo en el que te cuento que entiendo yo por educación emocional.